LUNES 11 Y MARTES 12 DE ABRIL DEL 2016
Esta semana fue muy intensa, interesante, formativa y hasta cierto punto difícil, pero muy significativa porque me enfrenté a la realidad de quedarse sola con el grupo en el aula, lo bueno es que supe poner todo de mi parte para lograr disciplina y respeto.
El día lunes mi tutora tuvo que salir del aula para ir a ensayar con un grupo de alumnos del primer ciclo que realizarán un drama, el día de la tierra, que será celebrado el viernes 22 de abril y me dejó sola en el aula, pero ese día estaban los alumnos muy inquietos, parándose, platicando y molestando en clase, lo peor fue que no me hacían caso, no ponían atención, entonces me colmaron la paciencia y les hablé bien fuerte, y se calmaron un poco, en ese momento se me ocurrió cambiar de metodología al explicarles el tema y los puse a hacer una actividad con las manos para aprenderse los términos de mayor qué y menor què, solicitando la participación de 6 alumnos que lo hicieran delante del grupo, con esta actividad se calmaron más y se empezaron a comportar mejor, después de la explicación del tema trabajaron en ejercicios del libro de texto. Cuando seño Lucy llego del ensayo, recibí lecciones de dos niños y le colaboré en revisar una tarea de sociales.
En esta jornada también dirigí la clase de comprensión lectora de la siguiente manera: primero leímos en vos alta la lectura, luego pedí la participación de algunos niños para que la leyeran párrafo por párrafo y por último copiaron la lectura en sus cuadernos.
La última clase que impartió seño Lucy fue la de valores y me llamó mucho la atención porque la desarrolló por medio de un juego en el que tenían que poner en práctica el valor a tratar: “la unidad”, pero además otros como la comunicación y el trabajo en equipo.
La dinámica consistió en lo siguiente: se formó a los alumnos en dos filas y se les pegó una pita con tiro en el pie y tenían que ponerse de acuerdo para caminar todos unidos sin que les despegara la pita y sin romper las filas hasta llegar a unas sillas que estaban al frente darle la vuelta y regresar al punto de partida y el equipo que lo lograra sería el que trabajó poniendo en práctica el valor de la unidad.
Este día también le colaboré a mi tutora con la campaña “cabecita limpia”, revisándoles la cabeza a 5 niñas para ver si tenían piojos.
Lo más valioso de la vida diaria es servir a los demás con amor, entrega y sobretodo sin esperar nada a cambio, como decía Sta. Madre Teresa de Calcuta: servir a los demás es dar hasta que duela...
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